El miedo a ser juzgado es algo muy enraizado en el ser humano. Determinadas personas suelen criticar antes de tan siquiera analizar la situación o ponerse en el lugar del otro.
Dejar de juzgar nos ayuda a ser más conscientes de nuestra existencia y de nuestro papel en el mundo, un mundo al que ya no le exigimos que sea perfecto.
No se trata de ignorar los problemas que puedan haber o de idealizarlos, sino de ser conscientes de las dificultades que nos rodean, pero sin sentirnos presos de ellas.
Nuestros alumnos de 6º profundizan sobre este tema en el área de Valores con su tutora Estíbaliz.
No te pierdas el vídeo en el siguiente enlace:
“No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa.” Confucio
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